Invertir significa destinar recursos con el objetivo de hacer crecer tu capital, pero también implica asumir un riesgo que se traduce en la posibilidad de que el valor de tu inversión varíe con el tiempo. Esto significa que el valor de tu dinero podrá subir (ganancia) o bajar (pérdida) como consecuencia del comportamiento de los mercados, la economía y otros factores. Comprender este concepto es clave para tomar decisiones más informadas, alineadas con tus metas y tu tolerancia a las fluctuaciones.

El nivel de riesgo al que estás expuesto depende de varios aspectos: el tipo de inversión que elijas, el plazo en el que esperas obtener resultados y la volatilidad del mercado en determinados momentos. Es normal que algunas caídas sean temporales, por eso, mantener la calma y conocer tu perfil de riesgo puede ayudarte a entender cuánta incertidumbre estás dispuesto a tolerar en el camino hacia tus objetivos.

¿Cuáles son los tipos de riesgo en las inversiones?

Conoce aquí, cuáles son los riesgos en una inversión e instrúyete para que identifiques la mejor oportunidad para ti.

Riesgo de mercado:

Se refiere a la variación en el precio de acciones, bonos u otros activos como resultado de cambios en la economía, la política o sucesos globales. Estas fluctuaciones pueden reducir el valor de tu inversión en momentos de alta volatilidad.

Riesgo de inflación:

Ocurre cuando la rentabilidad de tu inversión no supera el aumento de los precios (inflación), provocando que tu dinero pierda poder adquisitivo con el paso del tiempo.

Riesgo de liquidez:

Algunas inversiones, como bienes raíces o ciertos bonos, no se convierten en efectivo de manera inmediata sin incurrir en una pérdida significativa de valor.

Más allá de conocer los detalles de cada tipo de riesgo, lo esencial es identificar cuáles pueden afectar tus inversiones y cómo gestionarlos de acuerdo con tus objetivos.

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