Las personas que ganen el equivalente a 3 salarios mínimos o menos, que son aproximadamente el 90% de los colombianos, aportarían a una bolsa común en donde el dinero dejaría de ser suyo y en donde los ahorros ya no generarían rentabilidad.

Los aportes de los trabajadores serían manejados por Colpensiones, una entidad que no tiene como principal función la administración de recursos, solo realiza el reparto de los mismos, lo que genera dudas de su adecuada gestión.

Con la propuesta actual desmejorarían las condiciones que hoy tienen las personas que no logran pensionarse porque disminuiría su ingreso al no ser beneficiarios de una devolución de saldos (en donde está el ahorro del trabajador, más la rentabilidad generada por las AFP).

Se harían cambios de forma y con visión de corto plazo, pero no se estaría haciendo nada por cambiar una realidad lamentable: 3 de cada 4 personas no se pensionan en Colombia. Como lo mencionó recientemente Asofondos: ‘la mejor reforma pensional es una buena reforma laboral’, decisiones de fondo que promuevan el empleo formal en nuestro país.