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5 conceptos claves de finanzas personales que debes tener en cuenta

Esta etapa importante coincide con el período en el cual los ingresos aumentan al mismo tiempo en que lo hacen sus gastos, por esto es el momento de tomar las decisiones financieras correctas.

Entre los 30 y los 40 años las personas empiezan a tener mayor conciencia del dinero; además, ya cuentan con experiencia en el manejo de sus finanzas personales. Por ello, durante esta década, se concentran en fortalecer sus conocimientos en términos de planeación financiera para encontrar la armonía entre sus aspiraciones y sus necesidades de corto, mediano y largo plazo.

Encuentra aquí algunos conceptos claves a considerar.
Estos son 5 conceptos básicos que serán de gran utilidad en esta etapa de tu vida

1 Tipos de ahorro

Para planificar adecuadamente tus finanzas personales y dar un paso clave hacia la libertad financiera debes conocer la diferencia entre estos tres tipos de ahorro: a corto, mediano y largo plazo. Cada uno se adapta a objetivos diferentes según el tiempo en el que quieras conseguirlos, por lo que debes conocer de antemano qué cual es el propósito de tu ahorro.

El ahorro a corto plazo es la opción ideal para cumplir tus objetivos en un futuro cercano, por lo general en un tiempo igual o menor a un año. Con este tipo de ahorro tendrás una liquidez inmediata; es decir, podrás utilizar tu dinero en el momento en que lo necesites. Por ello, los recursos se suelen ubicar en cuentas de ahorro, que si bien no ofrecen mucha rentabilidad, te permiten disponer del dinero de forma fácil. Te servirá para comprar un nuevo computador, hacer una reparación en tu casa o incluso para tus vacaciones. 

El ahorro a mediano plazo se utiliza para cumplir objetivos entre uno a cinco años, por lo que es un tipo de ahorro que requiere mayor planeación. En este caso la seguridad del dinero sigue siendo importante, pero dado que no tienes planes de utilizarlo hasta que se cumpla ese tiempo, puedes elegir productos financieros con menor liquidez, a cambio de conseguir un mayor rendimiento. Una opción suelen ser los depósitos a plazo fijo. Este ahorro te servirá para un proyecto que requiera una suma de dinero importante, como puede ser la compra de un vehículo o una casa, o el comienzo de un negocio. 

El ahorro a largo plazo es para cumplir metas a futuro, por lo general a más de cinco años. Tiene como objetivo hacer crecer tu patrimonio u otorgarte seguridad financiera en las siguientes etapas de tu vida. Al tratarse de un dinero que no usarás en un buen tiempo, muchos optan por invertirlo en instrumentos financieros de mayor riesgo, como fondos de inversión o bonos, porque ofrecen mayor rentabilidad. Este tipo de ahorro es de gran utilidad para pagar la universidad de los hijos o para la jubilación. En ese caso, es ideal invertir el dinero en productos de ahorro como portafolios de pensión voluntaria, que ofrecen diferentes combinaciones entre rentabilidad y riesgo, según el perfil de cada persona.

2 Ahorro en pensión voluntaria

El ahorro en pensión voluntaria es un tipo de ahorro a largo plazo que tiene como objetivo tener una mejor calidad de vida en el futuro. Es una forma de ahorro voluntario que te permite complementar la pensión obligatoria que acumulas durante tu vida laboral. Se trata de aportes periódicos que se hacen en una cuenta individual en un Fondo de Pensiones y Cesantías, que administra los recursos mediante diferentes productos de inversión con grados de riesgo y rentabilidad variados.
Adicionalmente, los ahorros a través de los Fondo Voluntario de Pensiones son una importante herramienta para alcanzar los objetivos personales definidos, bien sea vivienda, educación, inversión, futuro pensional u otros particulares. Este mecanismo permite delegar la administración de los recursos en las manos expertas de los equipos de inversiones de los Fondos de Pensiones Cesantías como Colfondos, una vez identificado el perfil de riesgo y los objetivos de cada persona. También es clave considerar los beneficios tributarios asociados al ahorro a través de Pensiones voluntarias.

Interés compuesto cuando se trata de ahorros es importante comprender el tipo de intereses que puedes obtener. El interés compuesto es básicamente la capitalización de los intereses. Al elegir un producto financiero con este tipo de interés significa que los intereses obtenidos se sumarán al capital para generar nuevos intereses. 
El interés compuesto se considera un sistema de intereses sobre intereses, lo que hace que tus ahorros crezcan a un ritmo más rápido que el interés simple, que es el que solo se calcula sobre el capital inicial. Por lo general, se trata de un ahorro a largo plazo, aunque el tiempo puede variar. Lo importante de este tipo de interés es que te permite conseguir mayor rentabilidad por tus ahorros.

3 Interés compuesto

Cuando se trata de ahorros es importante comprender el tipo de intereses que puedes obtener. El interés compuesto es básicamente la capitalización de los intereses. Al elegir un producto financiero con este tipo de interés significa que los intereses obtenidos se sumarán al capital para generar nuevos intereses. 
El interés compuesto se considera un sistema de intereses sobre intereses, lo que hace que tus ahorros crezcan a un ritmo más rápido que el interés simple, que es el que solo se calcula sobre el capital inicial. Por lo general, se trata de un ahorro a largo plazo, aunque el tiempo puede variar. Lo importante de este tipo de interés es que te permite conseguir mayor rentabilidad por tus ahorros.

4 Objetivos financieros

Una buena planificación de tus finanzas personales necesita una clara definición de tus objetivos financieros. Y es que una buena gestión del dinero no es posible si no se tiene un propósito establecido previamente. De no ser así, una acción, como ahorrar o invertir, no aportará ningún resultado significativo. 
Por ello, para manejar tus finanzas debes establecer objetivos financieros, que son metas que te planteas alcanzar en un tiempo determinado (meses o años); puede ser la compra de una activo, vehículo u otra propiedad, hacer un viaje, invertir o ahorrar para la jubilación, etc. Para que sean exitosos, los objetivos financieros deben tener tres características clave: ser claros, medibles y alcanzables. Y para establecerlos puedes hacerte dos preguntas básicas: qué quieres y qué necesitas para tenerlo. 

5Bienestar financiero

¿Conoces la diferencia entre lo que quieres y lo que necesitas? Un equilibrio entre ambos te permitirá alcanzar el bienestar financiero. Este es un concepto asociado a la salud financiera de una persona y su capacidad para administrar sus ingresos de forma adecuada. Para ello es necesario controlar los gastos y entender la importancia del ahorro de cara al futuro. 
De acuerdo con una investigación publicada en la revista Forbes, el bienestar financiero se consigue con tres hábitos. El primero es saber cuánto dinero tienes y cómo lo gastas (alquiler, servicios, viajes, educación, entretenimiento, etc.). El segundo es tener un colchón financiero, como un fondo de emergencia. Y el tercero es planificar las finanzas, mediante un presupuesto, por ejemplo. Si adquieres estos hábitos cuando tienes 30 años contarás con una mayor seguridad y libertad financieras en la próxima etapa de tu vida. 
Según Richard Cordray, director del Consumer Financial Protection Bureau de Estados Unidos, la brecha entre el mundo financiero y nuestra habilidad para manejar nuestras finanzas es cada vez más grande. Y la clave para superarla está en la educación financiera.

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